San Pelayo, como camping, es la idea de unos amigos, que hace ya tiempo, decidieron poner su trabajo e ilusiones en la creación de un espacio de acogida a turistas amantes de la Naturaleza. De ésto, hace ya más de 20 años. Desde entonces no hemos parado en nuestro intento de mejorar nuestro camping, adecuándolo a las necesidades de un público muy variado.
El visitante que viene a San Pelayo tiene claro que quiere descansar, respirar tranquilidad, y encontrarse con un paisaje y un medio ambiente lo más natural posible. Por éso nuestro empeño en no desnaturalizar nuestro entorno. El campista se encuentra con amplias parcelas de cesped, donde hay espacio para árboles de sombra, y siempre con el río Deva a escasos metros de su tienda o caravana. Por supuesto, como colofón a tan singular encuadre, la silueta de los Picos de Europa, inconfundible, y visible desde todos los ángulos del camping
Pero San Pelayo es además un camping cómodo. Desde su apertura, en los años 80, nos hemos preocupado siempre por mejorar, por añadir comodidades que para nosotros eran importantes, sin olvidarnos de la seguridad y el bienestar del campista.
San Pelayo ofrece a su visitante unos modernos servicios, dotados de calefacción y agua caliente gratuítos. El restaurante tiene un amplio horario de atención al cliente, teniendo en cuenta las diferentes costumbres de nuestros visitantes, y se completa además con dos piscinas abiertas, infantil y para adultos, en las que ha primado la seguridad por encima de cualquier otra opción. La piscina infantil se encuentra recogida, en una zona tranquila del camping, pero al mismo tiempo cercana al área de juegos. La piscina
para adultos, a pesar de sus amplias dimensiones, hemos querido hacerla con una profundidad máxima de 1,50 m., en un intento, como ya se ha dicho, de primar siempre la seguridad. A lo largo de todo su perímetro el campista que nos visita, se encontrará con un amplio surtido de tumbonas y sombrillas, donde descansar después de una larga caminata, leer una buena novela, o simplemente cerrar los ojos y relajarse.
Y básicamente ésto es San Pelayo, o ésto hemos buscado que sea. El lugar donde a nosotros mismos nos gustaría ir de vacaciones. El lugar que hace ya tiempo soñamos, y que a día de hoy funciona gracias a nuestro empeño, y al empeño, por qué no, de todos los campistas que, en muchos casos, nos visitan desde nuestros primeros días de andadura. Gracias a todos.
Es el segundo comentario que dejo , el primero le eliminaron,
ResponderEliminarEs una pena como está la zona de acampada , llena de cerezas tanto en el camino como en las parcelas, la ropa se mancha, las tiendas algunas teñidas y en la suela del zapato llena de una plasta que parece que tenía plataformas.
Salvo esto lo demás muy bien... pero estaba hecho todo un pringue hasta en los baños y duchas habían restos de cerezas tanto